sábado, 22 de diciembre de 2007

A casa por navidad...¡Pero me vuelvo a Italia en Febrero!

Ni cinco horas trabajando junto a Giusi y me dicho que me quedara a trabajar con ella. Después de pensármelo mucho mucho mucho, le he dicho que sí. Que voy a casa por navidad y después de navidad me vuelvo para estar 5 meses junto a ella.
Es una oportunidad brillante para mi. Trabajo de encargada, estoy en Italia, puedo ir más facilmente a los cursos de especialización con los mejores pasteleros/chocolateros/heladeros y puedo practicar en el laboratorio tanto cuanto quiera. Increíble de verdad.

jueves, 20 de diciembre de 2007

martes, 18 de diciembre de 2007

¡Quiero trabajar ahí!

Como ya he contado en posts anteriores, cuando llegué aquí pedí echar ocho horas de prácticas en vez de cuatro. La cosa es que en una de las plazas centrales hay una "chocolatería, yogurtería,heladería" que me encanta. Es fascinante todo lo que hacen, y además trabajan con valrhona.
Una tarde cuando salí de mi trabajo me acerqué a hablar con los dueños, para ver si me dejaban hablar con la mujer que hacía esas cosas ya que para mi proyecto me vendría muy bien saber cosas de ese negocio. Sin problemas me dijeron que podía pasarme al día siguiente a la tarde.
Al día siguiente y aún con el uniforme de pastelería porque acababa de salir de mi trabajo fuí directa a la chocolatería para hablar con esta mujer. Una vez allí pregunté si podía entrar y me hicieron esperar en la tienda. Cuando pasó un rato salió el hombre que me había atendido (su marido) a decirme que no podía recibir visitas que estaba muy ocupada. Mi ilusión se derrumbó por segundos, pero para mí no había terminado ahí la cosa. Insistí al hombre hasta que le hice volver a entrar dentro de nuevo. Volvió a salir diciendo me que no, que hoy no podía ser.
No me lo podía creer, me falta tan sólo una semana para volver a España y justo esa noche se me mete entre ceja y ceja que tengo que hablar con ella.
Le dije al hombre que no pasa nada, que esperaría hasta que terminara de hacer su trabajo para poder hablar con ella. Después de 45 minutos de insistencia me dejaron pasar dentro.
Cuando entré dentro me sentí como cuando un niño entra en un puesto gigante de chucherías, un nudo en el estómago y un nerviosismo general me recorría todo mi cuerpo. Empecé a preguntarle por su negocio, el tiempo que llevaba trabajando el chocolate, que me dijera escuelas buenas de chocolate... La conversación empezó a alargarse y cuando pasaron diez minutos hablando con ella, me empezó a preguntar a mi las cosas que yo había hecho. Treinta minutos más tarde me estaba pidiendo que trabajara con ella.
Pena la mía que en una semana me tengo que volver a España, ¡pero por lo menos será una semana increíble!
¡A trabajar en la chocolateria!