martes, 17 de abril de 2007

Pan y Picos

Lo que hemos hecho hoy en clase de panadería.




miércoles, 11 de abril de 2007

Un regalo

Estar en una escuela de hostelería hace que te regalen cosas así.


Gracias Carlos.

Encuesta ¿Qué es mejor comer chocolate o practicar sexo?

Una encuesta reciente propuso la siguiente pregunta:¿Que es mejor comer chocolate o practicar el sexo?Y para sorpresa de los encuestadores, ¡ganó elchocolate!

Para tratar de entender lo que ocurría, se realizó unanueva encuesta, donde se solicitaba enumerar lasrazones de tal preferencia, y éstas fueron lasrespuestas:

1. El chocolate es mejor porque si no está duro,satisface de la misma forma.

2. Uno puede comer chocolate en el coche sin serinterrumpido por la policía.

3. Ud. puede comer chocolate delante de sus padres.

4. Si Ud. muerde con fuerza, el chocolate no grita nireclama.

5. Dos personas del mismo sexo pueden comer chocolatejuntas, sin ser insultadas.

6. El chocolate no reclama si Ud. se lo come muyrápido.

7. El chocolate no deja pelos en la boca.

8. Ud. no necesita mentirle al chocolate.

9. Al chocolate no le importa si Ud. es virgen o no.

10. Uno puede comer chocolate cualquier día de lasemana y a cualquier hora, cuantas veces quiera.

11. Uno nunca es muy joven o muy viejo para comerchocolate.

12. Cuando Ud. come chocolate los vecinos no escuchan.

13. El tamaño del chocolate no importa, lo que importaes el placer que proporciona.

14. El chocolate siempre tiene buen olor.

15. No duele comer chocolate por la primera vez.

16. El chocolate no transmite el SIDA.

17. No es necesario usar condón para comer chocolate.

18. Nunca fracasa un matrimonio por falta dechocolate.

19. No es necesario esperar casi una hora para comerseotro trozo de chocolate.

20. Después de comer nadie necesita quedarse abrazadoal envoltorio.

martes, 10 de abril de 2007

Aquella noche tan romántica

Kim salía del delicioso baño perfumado que se había regalado cuando, de repente, el teléfono interrumpió aquella sesión de relajación.
-Maldita sea - pensó, mientras corría hacia la habitación para contestar.-Hola Kim, soy Rob. Espero no haberte interrumpido. Se me ha ocurrido llamarte.
A kim, el corazón se le aceleraba más con cada palabra de Rob. Era un chico nuevo que acababa de llegar a la oficina y era muy atractivo, amable y con sentido del humor. Kim había dudado muchos días si darle su número o no y, después de hacerlo, él no la había llamado hasta ese día.
-Eh,no, no me interrumpes. Me estaba relajando un poco después del trabajo -dijo ella, atrancándose a cada palabra. -¿Haces algo esta noche?-preguntó Rob.
Kim se emocionó tanto que creyó que se iba a desmayar pero, al final, consiguió decir:
-No, nada.-Perfecto ¿Te apetece cenar conmigo? ¿A las ocho?-Me encantaría- acertó a decir Kim, un poco más tranquila.-Genial. Te pasaré a recoger a las ocho.
Kim se quedó pegada al teléfono hasta que escuchó que Rob había colgado. Incluso después de colgar, no acababade creerse que Rob la hubiera invitado a cenar ¡Esa noche!
-¡Dios mío! ¿Qué me pongo?- fue lo primero que pensó mientras corría hacia el armario.
Mientras Kim estudiaba qué ponerse, Rob estaba igual de nervioso intentando decidir cuáles serían las flores preferidas de Kim. Quizá era el chico nuevo, pero no estaba ciego y se había fijado en ella desde el primer día.Miró varios ramos de flores y, al final, se decidió por las clásicas rosas rojas.
A las ocho en punto llegó al edificio de Kim y subió, hecho un manojo de nervios. Se quedó dudando un segundo y después llamó.
Mientras tanto, Kim corría de la habitación al baño buscando su perfume favorito. Llevaba días soñando con esa noche y en lo maravillosa que sería. Rob llegaría a las ocho en punto y le regalaría una preciosa caja de bombones.A partir de ahí, la noche sería perfecta.
Cuando escuchó el timbre de la puerta, respiró hondo y se miró por última vez en el espejo de cuerpo enero.Satisfecha,fue hasta la puerta y la abrió, aparentando tranquilidad. Y allí estaba Rob, tan guapo como lo había imaginado.Sabía que, detrás de la espalda escondía la caja de bombones. Rob le sonrió y tímidamente, le ofreció el ramo de rosas. Sin embargo, Kim las miró durante más de un minuto antes de decir:
-Son preciosas,Rob, pero ¿dónde está la caja de bombones?
*"Pequeña historia sacada del libro "El poder curativo del chocolate"
<< ¡El sexo es bueno, pero el chocolate con sexo es todavía mejor!>>