lunes, 4 de febrero de 2008

Alcanzando metas

A menos de 6 días para volver a Italia, creo que estaré tres o cuatro meses (depende de cuanto tarde en aprender lo que quiero). No he terminado de hacer una mudanza cuando al mes y pico ya estoy haciendo de nuevo las maletas. Me gusta estar así, pero también es verdad que sacrifico muchas cosas cada vez que tengo que marcharme. Es complicado.
Hace años, cuando empecé a estudiar pastelería, supe que quería ir a la mejor escuela donde poder adquirir la máxima experiencia posible y C.V para mi futuro. Tan lejano me parecía hace unos años, que el fin de semana pasado cuando fuí a Bcn porque tenía cita concertada con el profesorado y el director de la escuela de la pastelería privada, me costaba creérmelo.
Todo me parecía increíble, un tanto extraño, tanto tiempo soñando con estudiar allí, que cuando estaba en la puerta de la escuela me quedé paralizada por unos segundos con un nudo en la garganta. Una mezcla de felicidad con nerviosismo, con manos sudando inclusive (!)
Cerca de una hora hablando con los profesores y viendo la escuela por dentro.Hablando de las materias, de las cosas que quiero, las que he hecho y las que quiero aprender.Me invitaron al Museo del Chocolate y así poder seguir hablando sobre algo un poco más allá de la pastelería como llega a ser esculpir en chocolate.
Al salir me sentía nueva, realizada y realmente agusto conmigo misma por todo el esfuerzo diario que realizo para avanzar en mi trabajo. Con una sonrisa de oreja a oreja, nudo en el estómago y sin llegar a creérmerlo, caminaba hacía las ramblas pensando: Madre mía, en Mayo tengo una prueba, y en septiembre tengo que venirme a vivir a Bcn por tres años.
Algunas cosas van tan rápido, y subo tan precipitadamente, que no puedo evitar tener un poco de vértigo aunque intente mirar siempre arriba para alcanzar lo que quiero. Supongo que es algo normal, y al que más o al que menos, le ha tenido que ocurrir algo parecido.A mi, aún me cuesta creérmelo.

No hay comentarios: